sábado, 23 de noviembre de 2013



CATALUÑA 2014 – 2016.

LA SOLUCION

B. L. Acksheep

Prólogo

La situación en que se encuentra Cataluña es cada vez más complicada, con posturas absolutamente enfrentadas e incompatibles. El objetivo de este blog es proponer una solución, que tiene dos ventajas esenciales:
-Si se piensa bien, es la única verdaderamente justa y que da satisfacción a los dos bandos enfrentados.
-Es a la vez, seguramente, la única capaz de poner de acuerdo a esos dos bandos.

La solución está basada en algo conocido y que ha sido citado como referente esencial por los partidos nacionalistas: el “Clarity Act”. Como probablemente conocen, en Canadá, ante la voluntad expresada por determinados partidos de Quebec de separarse del resto del país mediante un referendum, se realizó una consulta al tribunal supremo que originó esa respuesta, usualmente conocida como “Clarity Act”, mencionada aquí como Ley de la Claridad. La Constitución de muchos países, probablemente la gran mayoría, reclama la indivisibilidad de su territorio salvo que todo el conjunto de la población, que es la que detenta la soberanía, lo autorice. Así lo contempla la Constitución española, o la francesa, o la italiana por citar países próximos, o la de lo Estados Unidos o Australia por citarlos lejanos. Parece ser que la canadiense no lo establecía tan claramente y ese fue el motivo de la consulta: si en una votación realizada únicamente en el territorio de Quebec, debería aceptarse el resultado si este fuese la secesión.

La respuesta del Tribunal Supremo del Canadá, expresada en el “Clarity Act” mencionado, ha servido de referencia esencial por la calidad y profundidad de sus argumentos. Todos ellos aplicables, en mi opinión, al caso de Cataluña. Veámoslo con cierto detalle, en texto sacado de la conferencia que pronunció un ponente del “Clarity Act”, Stéphane Dion, hace años en Bilbao. El texto íntegro pueden consultarlo en una página oficial del gobierno de Canadá:

“…todos los ciudadanos son, en cierto sentido, propietarios de todo el país, con su potencial de riquezas y de solidaridad humana. Ningún grupo de ciudadanos puede tomar la iniciativa de monopolizar la ciudadanía en una parte del territorio nacional, ni despojar a sus conciudadanos, contra su voluntad, de su derecho de pertenecer plenamente al conjunto del país. Todos los ciudadanos deberían estar en condiciones de transmitir a sus hijos este derecho de pertenencia. En términos abstractos, ese derecho nunca debería ser cuestionado en una democracia. Ésta es sin duda la razón por la que tantas democracias se consideran indivisibles.”

“No obstante, tampoco podemos descartar la posibilidad de que en un Estado democrático se produzcan circunstancias que hagan de la negociación de una secesión la menos mala de las soluciones posibles. Este podría ser el caso si una parte de la población manifestara claramente, de forma pacífica y decidida, su voluntad de separarse del país. En efecto, hay medios que un Estado democrático no debería emplear para retener contra su voluntad, claramente expresada, a una población concentrada en una parte de su territorio.”

“… el gobierno de Canadá sólo aceptaría entablar una negociación sobre la secesión en caso de que la población de una provincia manifestara claramente su voluntad de separarse de Canadá. Esta voluntad clara de secesión tendría que expresarse mediante una mayoría clara que responda afirmativamente a una pregunta que aborde claramente la cuestión de la secesión y no un proyecto vago de asociación política.
El hecho de descartar la posibilidad de entablar una negociación sobre la secesión a menos que ésta cuente con el apoyo de una mayoría clara, y no incierta y frágil, pone de manifiesto que la secesión se considera un acto grave y probablemente irreversible, …”

“La negociación sobre la secesión debería llevarse a cabo en el marco constitucional canadiense y debería estar impulsada por la búsqueda real de la justicia para todos. Por ejemplo, en el caso de que poblaciones concentradas territorialmente en Quebec solicitaran claramente seguir formando parte de Canadá, debería preverse la divisibilidad del territorio quebequés con el mismo espíritu de apertura que llevó a aceptar la divisibilidad del territorio canadiense.”


Para explicar le solución utilizaré cuatro breves capítulos.


Continuará en el Capitulo I. La Historia interminable

Firmado:

             




 Una oveja de color (de color negro)

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