lunes, 25 de noviembre de 2013




CATALUÑA 2014 – 2016.

LA SOLUCION

B. L. Acksheep


Capítulo I. La historia interminable

Es equivocado pensar, como a veces dicen determinados políticos o comentaristas, que el escenario actual es debido a la situación económica o a un calentamiento momentáneo que se irá enfriando con el tiempo. No es así, creo que el tiempo irá acrecentando el sentimiento y el número de personas que deseen participar en La Vía Catalana/El viaje a Ítaca. La explicación es fácil de entender desde el interior de Cataluña: hace muchos años que en la mayoría de escuelas y en la práctica totalidad de los medios de comunicación oficiales y subvencionados, se está inoculando un sentimiento de rencor hacia lo que representa España, para favorecer la separación. Son dos pilares esenciales para conseguir lo que se pretende. Por eso seguramente, contra lo que muchos creen, algunos de los políticos más representativos de ese sentimiento, son claramente sobrepasados por una parte considerable de los jóvenes que se han incorporado al movimiento con una radicalidad creciente. Se ha cultivado imprudentemente el huevo de la serpiente y se está produciendo una eclosión incontrolable.

Detengámonos un momento en esos dos pilares:

Como ejemplo de lo que ocurre en el primero, las escuelas, hace poco se difundía un vídeo (http://tu.tv/videos/petits-artistes-escola-sant-miquel-de-d) que vale la pena estudiar. No parece que lo que representa sea un caso aislado, responde más bien a algo buscado y dirigido desde hace mucho tiempo. Sin embargo es algo que pasó casi desapercibido, algunos  comentarios al paso y al olvido rápido. No es probable que si algo similar hubiese sucedido en algún otro país europeo, Francia o Alemania por ejemplo, hubiese pasado tan inadvertido. Habría sido objeto de un estudio profundo para conocer si se trataba únicamente de un caso aislado o de algo estructurado por alguien. En Cataluña, los medios apenas le concedieron importancia.  Aún más significativas son las pintadas que aparecieron en diversos institutos con motivo de las huelgas recientes. Lo que se pretende, en definitiva, es modelar un grupo humano que se corresponda exactamente a la definición que efectuó Ernest Renan,  prestigioso filósofo e historiador francés, refiriéndose a determinada visión de la nación y del nacionalismo: “…un grupo de gente unida por una visión equivocada del pasado y el odio a sus vecinos”. Es evidente que el resultado obtenido en este primer pilar es bastante satisfactorio.

Eso nos conduce al segundo pilar. En lo que desde aquí se denomina “Madrid” se dice que hay un periodismo de trincheras, que es posible conocer el enfoque de cada medio sin necesidad  de leerlo. En Cataluña, en la práctica, la situación es de trinchera única. Tanto los medios oficiales como el más poderoso grupo privado, generosamente subvencionado, hace tiempo que están embarcados en un objetivo: el viaje a Ítaca. La información y la opinión están dirigidas, en su gran mayoría, a establecer un estado de ánimo en la población que favorezca el camino iniciado al unísono por el presidente Mas y el otro presidente fáctico, en la sombra, Junqueras. Una situación de democracia bolivariana en la que los objetivos condicionan absolutamente la información. Y que, como decía sabiamente Orwell en “1984”, El Gran Hermano no solo controla el presente, controla también el pasado, que modifica a su conveniencia. Lo que se pretende, en definitiva, es modelar un grupo humano que, retocando y adaptando la mencionada definición de Ernest Renan, configure “…un grupo de gente unida por una visión unidimensional y polarizada de la realidad presente  y el odio y/o rencor a sus vecinos”. Objetivo que se va cubriendo con éxito notable

Por eso cuando Mas Colell dijo recientemente que "Si la línea extrema perdura, tengan la seguridad de que si no es en esta generación, en la siguiente, Catalunya tendrá un Estado propio", la única cosa incierta era ligarlo a la respuesta del estado. La situación conduce a ese objetivo y quien lo afirmaba no tenía ninguna bola de cristal, sino que era plenamente consciente del buen funcionamiento del “Método de los dos pilares”.

“President aixo se’n va a la merda”. Se dice que le comentó Pere Navarro al President Mas en la sesión parlamentaria en que se produjo un lamentable incidente, al impedir la presidenta del Parlamento el uso de la palabra al diputado de Ciutadans que intentaba replicar a otro diputado de la CUP. Algo que difícilmente sucedería en otro parlamento europeo. Lo que quería poner de manifiesto el dirigente socialista, tiene su origen en la situación a la que se ha conducido a Cataluña por el equipo de gobierno actual. El abismo y el desencuentro son tan grandes que parece que han llegado a ese punto de no retorno de los aviones en despegue. Conviene a todos dar salida a una situación semejante y es en ese contexto que el Clarity Act ofrece sus sabias enseñanzas.



Aunque, tras haber establecido los partidos nacionalistas el ejemplo del Quebec, ahora apenas se menciona y se utiliza en su lugar el ejemplo de Escocia, mucho menos parecido a nuestro caso por evidentes razones históricas. Y se reprocha violentamente al estado español su actitud en comparación con la del Reino Unido. Toda la culpa, como siempre, está en los otros. Pero cabría analizar la situación con más profundidad. La manera en que ese nuevo Movimiento Nacional, compuesto por CiU, ERC y CUP, ha planteado la situación, más parece de acoso y derribo, de una especie de bullying, que de diálogo sosegado. La manera en que Alec Salmond ha conducido la situación, es de una notable prudencia y sabiduría, siempre con el diálogo y los argumentos como únicas armas y tomándose el tiempo necesario. Las razones son obvias. Cualquiera que conozca el carácter inglés y la historia de Inglaterra comprenderá que, enfrentados a una situación como la de aquí, no habría habido político inglés alguno que iniciase diálogos o negociaciones: sus electores le habrían abandonado masivamente. La estrategia que han desarrollado los partidos que lideran el Movimiento está más cercana a una versión verbal y local de los “tonton macoute” que a un diálogo de parlamento británico. Basta recordar los insultos (España nos roba, etc.), movilizaciones con pancartas hostiles,  contratación de lobbys para ejercer presiones internacionales (ver El País 31.10.13), entrega de los 10.000 libros, etc. Capítulo aparte merecen los muchos pasos dados en el exterior para la “Internacionalización del conflicto”, algo que resulta lamentablemente similar a lo que realizaron en su día ETA y/o Batasuna, y con lo que se intenta socavar la posición de España. ¿Tiene eso parangón con las formas empleadas por el nacionalismo escocés?

En las encuestas que se han realizado habitualmente en Cataluña se definían los diferentes segmentos de población. Había uno que acostumbraba a ser mayoritario, el de los que se sentían tan catalanes como españoles, que es al que yo pertenezco. Somos los doblemente ofendidos: nos ofenden permanentemente desde Cataluña esos medios de trinchera única que nos ignoran; y nos ofenden determinadas declaraciones de algunos personajes del resto de España. Somos los que desean seguir unidos, como ha sucedido a lo largo de nuestra historia. A veces se habla, refiriéndose a los que mantienen esta posición, de mayoría silenciosa. No se si somos o no mayoría, pero lo que es incorrecto es denominarnos silenciosa, la triste realidad es que somos una mayoría o minoría amordazada. Con una doble mordaza, la que nos imponen los medios locales y la que debemos ponernos nosotros mismos, por las mismas razones que lo motivaban en nuestra reciente dictadura. Hace unos días aparecía en TV3 (la televisión autonómica) una información significativa: un grupo de honrados inmigrantes de habla castellana, expresaban primero su adhesión al “derecho a decidir” y después, en una segunda vuelta, su entusiasmo por votar la independencia. Es de suponer que habrá un grupo similar de personas de habla catalana (o castellana) que opine lo contrario, pero estos no existen, no aparece en ese canal de TV, la mordaza es implacable. Son, somos, invisibles.


Esa es la brecha que se está profundizando deliberadamente entre esas dos Cataluñas. Eso es lo que significa realmente el “aixo se’n va a la merda”. CiU (es decir, sus componentes CDC y UDC) están cada vez más distantes y al borde de la separación. Dentro de la propia UDC, la escisión aparece constantemente en los medios; desde zonas geográficas que se declaran abiertamente independentistas, contra la línea mantenida por Duran i Lleida, hasta su propia vicepresidenta Ortega que parece empeñada en dejar en ridículo las posiciones políticas de su jefe. Aunque tratado con sordina, se mencionan divergencias importantes dentro de la propia CDC. Son conocidas las fuertes tensiones del PSC entre su sector crítico y la dirección actual. El cabeza de lista de CUP, David Fernández, el de la sandalia amenazante en la mano, ya ha superado en valoración popular, según la última encuesta del CEO (organismo de la Generalitat de Catalunya), al President Mas. ¿Es posible emprender con garantías un nuevo camino, el viaje a Ítaca, en esta situación?



Continuará en el Capitulo II. Votaciones, elecciones, “Derecho a decidir”

Firmado:

             



Una oveja de color (de color negro)

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